Artritis reumatoide y embarazo tratamiento
Artritis reumatoide en el embarazo icd-10
La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad inflamatoria crónica que suele afectar a las mujeres tres veces más que a los hombres. La edad máxima de aparición se sitúa en el grupo de edad fértil, es decir, de 19 a 44 años. Las mujeres con AR tienen dificultades en el momento de la concepción, durante el embarazo y en el periodo de lactancia. Algunos fármacos utilizados para el tratamiento de la AR tienen efectos nocivos en los resultados del embarazo. Por lo tanto, cada vez es más preocupante y se convierte en un tema de debate para los proveedores de atención sanitaria y los profesionales médicos para orientar a las mujeres afectadas en la planificación del embarazo, las farmacoterapias más seguras y para superar la fobia relacionada con los efectos de la enfermedad.
La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad inflamatoria crónica autoinmune de etiología desconocida que se caracteriza por una poliartritis simétrica. Es la forma más común de artritis inflamatoria crónica. También puede causar diversas manifestaciones extraarticulares, como vasculitis, nódulos y aterosclerosis acelerada.1
La AR afecta al 0,5-1% de la población adulta en todo el mundo. Las mujeres se ven más afectadas que los hombres, lo que puede atribuirse al papel de los estrógenos en la mejora de la respuesta inmunitaria. Los factores genéticos y ambientales desempeñan un papel importante en la patogénesis de la AR.
Foro sobre artritis reumatoide y embarazo
ResumenLa artritis reumatoide (AR) es un trastorno inflamatorio sistémico autoinmune que se caracteriza principalmente por la destrucción progresiva y simétrica de las articulaciones, sobre todo en la muñeca y los dedos, aunque también puede afectar a otras articulaciones y a varios órganos, como la piel, el corazón, los vasos sanguíneos y los pulmones. Se identifica por la elevación de los anticuerpos contra el factor reumatoide y el péptido citrulinado cíclico. Los mediadores químicos que intervienen en la actividad de la AR son la IL-1β, el TNF-α y la IL-6. El embarazo ejerce un efecto positivo sobre la AR que ayuda a modular el estado de la enfermedad. Se recomiendan diferentes hipótesis para explicar el efecto mejorador del embarazo en la AR. La AR no puede curarse completamente. El objetivo del tratamiento es la disminución del dolor y la inflamación y la progresión de la enfermedad. El tratamiento a largo plazo de la AR se lleva a cabo con fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FAME). El tratamiento de los brotes agudos puede realizarse con antiinflamatorios no esteroideos (AINE) acompañados de un uso intermedio de glucocorticoides. También existen modificadores de la respuesta biológica, que actúan suprimiendo la actividad de las células T. Sin embargo, es necesario seleccionar el régimen de tratamiento correcto cuando se trata del manejo de la AR en el embarazo.
Embarazo artritis muñeca
Mensajes clave¿Qué se sabe ya sobre este tema?¿Qué añade este estudio?¿Cómo podría repercutir en la práctica clínica o en futuros desarrollos?IntroducciónLa artritis reumatoide (AR) perjudica la fertilidad y los resultados del embarazo.1 La elevada actividad de la enfermedad en pacientes con AR se asocia con un tiempo prolongado hasta el embarazo2 y es un factor de riesgo independiente para un menor peso al nacer.3
En las últimas décadas, el tratamiento de la AR ha evolucionado: el diagnóstico precoz, el inicio inmediato de los fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FAME), varios fármacos nuevos aprobados y un enfoque del tratamiento en función del objetivo (T2T) con el fin de lograr la remisión han dado lugar a mejores resultados para los pacientes.4-6 Todos estos avances son aspectos fundamentales de las directrices de tratamiento tanto de la Liga Europea contra el Reumatismo (EULAR) como del Colegio Americano de Reumatología (ACR).7 8
Los resultados del estudio PreCARA se compararon con los del estudio Pregnancy-induced Amelioration of Rheumatoid Arthritis (PARA),17 18 una cohorte de referencia histórica sobre la AR durante el embarazo con un diseño de estudio similar (inclusión 2002-2010). Las pacientes de la cohorte PARA fueron visitadas en su domicilio y fueron tratadas por su propio reumatólogo de acuerdo con los estándares de la época para el embarazo, principalmente utilizando sulfasalazina, prednisona o ninguna medicación. El tratamiento en este periodo de tiempo se caracterizó por un enfoque cauteloso debido a la insuficiente información con respecto a la lactancia materna, los efectos gonadotóxicos y los efectos a largo plazo en los niños expuestos a fármacos inmunosupresores en el útero.19
Remisión de la artritis reumatoide tras el embarazo
El objetivo de esta tesis era ampliar los conocimientos existentes sobre cómo la enfermedad artrítica inflamatoria afecta a los resultados del embarazo. En particular, el objetivo era describir y estudiar los efectos de un diagnóstico de artritis idiopática juvenil (AIJ) o artritis psoriásica (APS) en los resultados del embarazo, estudiar además el efecto de la gravedad de la enfermedad en la APS en los resultados del embarazo y, por último, estudiar la asociación de la actividad de la enfermedad y el parto prematuro en los embarazos con APS. Para abordar estos objetivos, se utilizó información de registros suecos basados en la población, como el Registro Médico de Nacimientos (RN), el Registro Nacional de Pacientes (RNP), el Registro de Medicamentos Prescritos (RMP) y el registro de calidad clínica a nivel nacional, el Registro Sueco de Calidad Reumatológica (SRQ).
En el estudio I, evaluamos los resultados del embarazo en una cohorte basada en la población nacional de embarazos únicos entre 1992 y 2011. Identificamos 1807 embarazos de mujeres con diagnóstico de AIJ y 1 949 202 embarazos de comparación de mujeres sin AIJ. Debido al hecho de que la AIJ es una condición heterogénea, que puede o no persistir en la edad adulta, estratificamos los embarazos con AIJ en dos grupos: AIJ sólo pediátrica (n=1169), en la que el diagnóstico se limitó a la infancia y/o adolescencia, y AIJ que persiste en la edad adulta (n=638). En conclusión, se observó un mayor riesgo de parto prematuro y de cesárea en ambos grupos de AIJ en comparación con los embarazos de la muestra. Además, observamos un mayor riesgo de preeclampsia y de parto pequeño para la edad gestacional (PEG) en los embarazos con AIJ que persisten en la edad adulta.