Departamento de Psicología
¡Bienvenido al Departamento de Psicología de Vanderbilt! Nuestro departamento de renombre internacional alberga a varios profesores galardonados que son académicos distinguidos en sus respectivos campos y que se dedican a brindar educación y capacitación de primer nivel a nuestros estudiantes de pregrado y posgrado. Organizamos una especialización de pregrado en Psicología y un programa de posgrado en Ciencias Psicológicas, además de ayudar a atender otras tres especializaciones (Neurociencia, Medicina-Salud-y-Sociedad, y Estudios Cognitivos de Peabody College). Varios miembros de nuestra facultad también capacitan a estudiantes graduados del Programa de Posgrado en Neurociencia. El Departamento de Psicología está estrechamente relacionado con el Departamento de Psicología y Desarrollo Humano del Peabody College con el cual forma el programa de posgrado en Ciencias Psicológicas. Nuestro Departamento también tiene fuertes vínculos con el Vanderbilt Brain Institute, el Vanderbilt Vision Research Center (VVRC) y el Vanderbilt Kennedy Center for Research on Human Development. Estamos orgullosos de nuestros distinguidos alumnos y generosos donantes que apoyan nuestra misión de avanzar en nuestra comprensión de la mente y el cerebro humanos. Estamos ubicados en el campus de Vanderbilt en el David K. Wilson Hall. Graduado La estudiante Sarah Jessup gana la beca APF/COGDOP – ¡Felicitaciones!
¿Matar es parte de la naturaleza humana? Hamlet de William Shakespeare proclamó: "¡Qué obra de arte es un hombre, qué noble en la razón, qué infinitas en las facultades, en la forma y en el movimiento qué exprés y admirable, en la acción como un ángel, en la aprehensión como un dios!" El punto de Hamlet era que los humanos son una especie notable, aunque el propio Hamlet ha perdido todo aprecio por la humanidad. Los seres humanos han creado estructuras arquitectónicas fenomenales que van desde pirámides hasta rascacielos. Hemos explorado las profundidades del océano y la superficie de la luna. Hemos creado obras de arte que pueden afectar las emociones y provocar conversaciones reflexivas. Quizás lo que nos hace aún más notables es que tenemos esta capacidad aparentemente infinita de lograr grandes cosas y, sin embargo, nuestra historia está llena de violencia entre nosotros. ¿Cómo podemos dedicar innumerables horas a cuestiones de arte, ciencia y otras actividades sofisticadas y aun así cometer actos de asesinato o librar guerras en todo el mundo? Los seres humanos tienen la capacidad de razonar y transmitir el conocimiento a las generaciones futuras.
Parte de la respuesta puede ser que no estamos tan separados de otros animales como imaginamos.
Esta habilidad hace que parezca que basamos nuestras acciones principalmente en la racionalidad. Pero, ¿cómo reconciliamos eso con el acto de eliminar a otros miembros de nuestra propia especie? Es un problema complejo. Parte de la respuesta puede ser que no estamos tan separados de otros animales como imaginamos. Es peligroso atribuir rasgos a otras especies: corremos el riesgo de antropomorfizar a los animales y asumir que las razones por las que se comportan de cierta manera son las mismas que las nuestras. Pero en general, parece que el comportamiento animal es producto del instinto, la emoción y la razón. Algunos animales demuestran una mayor aptitud para el razonamiento que otros. Los seres humanos están en la parte superior de esa lista. Pero eso no significa que todas nuestras decisiones se basen en una racionalidad fría y calculadora. La investigación del neurocientífico Antonio Damasio indica que las emociones juegan un papel importante en la toma de decisiones. Realizó experimentos con personas que habían sufrido daño cerebral que afectaba la parte del cerebro que nos permite experimentar emociones.
En sus estudios, Damasio descubrió que los pacientes tenían problemas para tomar decisiones. ¿Por qué es eso importante? Indica que, si bien no somos esclavos de nuestras emociones, estas juegan un papel importante en la forma en que nos comportamos. A continuación, veremos cómo la genética, el medio ambiente y nuestras emociones pueden convertir a una persona en un asesino. De acuerdo con esta línea de pensamiento, la razón por la que matamos es porque nuestros antepasados mataron. Al matar, nuestros antepasados eliminaban a los rivales y aseguraban la supervivencia de su descendencia. En otras palabras, somos violentos porque todos los ancestros pacíficos de los humanos fueron asesinados por los violentos. Hemos heredado nuestra naturaleza de nuestros predecesores. Esta visión no es de ninguna manera universal. Científicos de diferentes disciplinas han criticado la biología evolutiva diciendo que simplifica demasiado el comportamiento humano y sirve como excusa genética para el mal comportamiento. Si bien existe un consenso científico de que el cerebro humano es producto de la evolución, existe una brecha entre aquellos que piensan que nuestros cerebros están en modo Edad de Piedra y aquellos que dicen que el cerebro es mucho más flexible de lo que admiten los biólogos evolutivos.