Tratamiento médico del edema

Una de las complicaciones más comunes asociadas a los rellenos de AH es la aparición de hematomas. Los hematomas suelen producirse de forma inmediata, como consecuencia de la punción de los vasos perioculares,[3] y en ocasiones pueden retrasarse debido al estiramiento externo de la hinchazón, debido a la naturaleza altamente higroscópica de la HA,[3] al notar el sangrado de la inyección, la presión directa puede reducir el tamaño del hematoma. Otro posible método que se ha sugerido para reducir la probabilidad de formación de hematomas es la suspensión de los agentes antitrombóticos, como los AINE y los antiagregantes plaquetarios; sin embargo, esto es controvertido debido al riesgo inherente de embolia o trombosis[1]. Cabe destacar que se ha sugerido el uso de árnica homeopática para acelerar la curación de los hematomas, pero no se recomienda. En resumen, esto se debe a que la naturaleza de la homeopatía depende de dos conceptos ilógicos: (1) que el “medicamento” que se vende está en realidad tan diluido que no está realmente presente en el envase del tratamiento y (2) que el ingrediente que se vende tiene una acción opuesta a la deseada. Por ejemplo, el árnica es en realidad una hierba tóxica. En cualquier caso, a pesar de la extrema dilución, esta controvertida idea puede seguir siendo peligrosa si el uso de la sustancia homeopática impide al paciente obtener una verdadera atención médica o si los ingredientes del frasco no están bien diluidos o están envasados con otros ingredientes tóxicos.

Edema malar tras el relleno de las mejillas

El ácido hialurónico (AH) es un glicosaminoglicano, un componente natural de la matriz extracelular. Es producido y liberado al espacio extracelular circundante por los fibroblastos dérmicos, los sinoviocitos, las células endoteliales, las células musculares lisas, las células adventicias y los ovocitos.1,2 La estructura idéntica de la molécula en todos los organismos vivos es su principal ventaja, que se asocia al mínimo riesgo de inmunogenicidad. La biocompatibilidad y la estabilidad en el lugar de implantación lo convierten en una opción casi ideal dentro de toda la familia de rellenos. Tiene la importante ventaja de ser capaz de estimular la neocolagenogénesis como resultado de la expansión mecánica de los tejidos después de una inyección, y la subsiguiente activación de los fibroblastos dérmicos.2-4 El ácido hialurónico es altamente hidrofílico con las excepcionales propiedades de unir moléculas de agua (más de 1000 veces su propio peso), formando conformaciones extendidas cuyos volúmenes son enormes en comparación con el peso, y formando gel incluso a concentraciones muy bajas. Conlleva una rápida hidratación de los tejidos y un aumento de la turgencia de la piel.3,5,6 Además, la hidratación de la piel y el potencial antioxidante del AH promueven la regeneración de las células de la piel y estimulan la producción de colágeno.5

Palaute

El ácido hialurónico es un hidrogel, una sustancia viscosa compuesta en su mayor parte por agua, cuyo efecto principal es aportar volumen. Con una inyección de ácido hialurónico de volumen ambiente, la zona inyectada gana volumen (se aumenta), como en el caso de un aumento de labios, por ejemplo.

La viscosidad y la consistencia del gel a base de ácido hialurónico varían mucho, por lo que, dependiendo de la zona a tratar, se puede utilizar el relleno (dérmico) adecuado. Esta capacidad de fijación del agua se consigue gracias a las propiedades osmóticas del hialuronano, que es un azúcar. El ácido hialurónico es inicialmente inestable, por lo que se entrelaza o estabiliza en otras palabras antes de su uso, para que la enzima hialuronidasa del cuerpo no pueda descomponerlo.

El efecto mecánico de llenado de volumen de un gel a base de ácido hialurónico puede presionar las capas de tejido, separándolas o juntándolas, lo que puede comprimir los vasos sanguíneos delgados y comprometer el flujo linfático o sanguíneo venoso. Además, las propiedades osmóticas del ácido hialurónico pueden conducir eventualmente a un desplazamiento de fluidos durante la descomposición del hematoma. Esto depende de la concentración de ácido hialurónico y del traumatismo causado.La hinchazón después de un tratamiento con ácido hialurónico, del pliegue nasolabial por ejemplo, no suele estar directamente debajo del pliegue sino al lado, lo que lleva al paciente a creer que el gel se ha colocado mal. Esta impresión de relleno mal inyectado se debe en parte a la geometría del pliegue. La parte más profunda del pliegue nasolabial se encuentra en un lugar diferente y más profundo después del tratamiento. Este hecho también podría considerarse un efecto secundario.

Efectos a largo plazo del edema malar

Se obtuvo el consentimiento informado por escrito del paciente/padre/tutor/familiar del paciente para la publicación de sus datos clínicos y/o imágenes clínicas. Una copia del formulario de consentimiento está disponible para su revisión por el Editor de esta revista.

Arch Dermatol Res 314, 1-15 (2022). https://doi.org/10.1007/s00403-021-02190-6Download citationShare this articleAnyone you share the following link with will be able to read this content:Get shareable linkSorry, a shareable link is not currently available for this article.Copy to clipboard