Tecnología enzimática

Los microorganismos han poblado nuestro planeta durante casi cuatro mil millones de años y la evolución ofrece una gran cantidad de oportunidades fascinantes. Una parte de la caja de herramientas de la naturaleza es el intrigante mundo de las enzimas. Las enzimas son compañeros versátiles para construir, degradar y modificar moléculas, permitiéndonos producir casi cualquier molécula que busquemos. Acceder a la caja de herramientas de la naturaleza y desarrollar enzimas para los retos industriales es una tarea multidisciplinar. Requiere la combinación de la excelencia en el descubrimiento, la producción microbiana, la ingeniería de proteínas y la formulación para el almacenamiento a largo plazo.

Proporcionamos una cartera tecnológica para el desarrollo específico de proteínas y enzimas para diversas industrias. Ofrecemos nuestra cartera tecnológica a socios colaboradores de la industria en un sistema flexible y modular. Los clientes que se asocian con BRAIN eligen de nuestra cartera tecnológica y pasamos a desarrollar conjuntamente proteínas y enzimas en una asociación productiva.

“Uno de nuestros mayores puntos fuertes es nuestro equipo, compuesto por expertos de diversos campos científicos que colaboran estrechamente y de forma creativa, lo que nos permite encontrar regularmente nuevas soluciones a los retos científicos”.

Solución para el cerebro

ARN polimerasa II. Crédito de la imagen: David Bushnell, Ken Westover y Roger Kornberg, Universidad de Stanford.Enzimas: sustancias compuestas en gran parte o en su totalidad por proteínas que son producidas por un organismo vivo y actúan como un catalizador para promover reacciones bioquímicas específicas. (Oxford) (Tienen) la capacidad de catalizar una reacción química. (Ridley, 138)Una “proteína” que actúa como “catalizador”, acelerando la velocidad a la que se produce una reacción bioquímica pero sin alterar la dirección o la naturaleza de la reacción.  (HGPIA) Permite que se produzcan “reacciones químicas” espontáneas en “tiempo real” al reducir la “energía de activación” de una reacción química específica. Cada enzima funciona dentro de parámetros ambientales específicos como la “temperatura”, el nivel de “pH”, la cantidad de “sustrato” y la presencia de “moléculas competidoras”. (Norman, 6/11/09) Las enzimas pueden ser “activadas” o “inhibidas”. (Norman, 17/06/09) Supervisan la “síntesis” de los “neurotransmisores” y su transporte desde la “neurona presináptica” a través de la “sinapsis” hasta la “neurona postsináptica”. (Lewis, 151) Los investigadores dirigidos por Roger Kornberg resolvieron la estructura de la “ARN polimerasa II”. Esta es la enzima de las células de los mamíferos que cataliza la “transcripción” del ADN en “ARN mensajero”, la molécula que a su vez dicta el orden de los “aminoácidos” en las proteínas. Por sus trabajos sobre los mecanismos de transcripción en los mamíferos, Kornberg recibió el Premio Nobel de Química en 2006. (NIGMS)

Grupo cerebral

Se ha encontrado una enzima poco estudiada en niveles elevados en las neuronas sanas, niveles que, según los científicos, disminuyen con la edad y de forma más dramática con el Alzheimer, lo que hace que ajustar el nivel de la enzima sea un tratamiento potencial para ambas.

La enzima se llama HDAC9, y es miembro de una clase de enzimas que intervienen en la firmeza con la que se envuelve nuestro ADN, lo que afecta a nuestra expresión genética. Pero un equipo científico dirigido por la Dra. Xin-Yun Lu ha obtenido las primeras pruebas de que la HDAC9 también es fundamental para que las neuronas se comuniquen entre sí y para nuestra capacidad de aprender y recordar.

Se sabe que hay once HDACs en el cerebro, y Lu, presidente del Departamento de Neurociencia y Medicina Regenerativa del Colegio Médico de Georgia, ha descubierto que la HDAC9 es la más expresada entre ellas, que se expresa exclusivamente en las neuronas y que es particularmente abundante en el hipocampo y el córtex prefrontal, ambos con un papel clave en el aprendizaje y la memoria y vulnerables en el Alzheimer.

El proyecto está financiado por una nueva subvención de 2,8 millones de dólares (1R01AG076235-01) del Instituto Nacional del Envejecimiento para seguir explorando el impacto de la HDAC9. Se trata de una colaboración entre el laboratorio de Lu y el del Dr. Neal Weintraub, jefe de la División de Cardiología del MCG, director asociado del Centro de Biología Vascular del MCG y becario eminente del GRA Kupperman en Medicina Cardiovascular.

B.r.a.i.n. biotech

Congelación y descongelación de células cerebrales/tumorales disociadasUn descenso significativo en el número de células recuperadas tras la congelación y descongelación es un fenómeno conocido para las células cerebrales [34, 36]. Las figuras 4a, b siguen el destino de las células cerebrales y del BT disociadas por NP, congeladas y descongeladas utilizando procedimientos de congelación estándar [34]. La figura 4a muestra que tras la descongelación, la fracción de células viables del BT disminuyó del 91 al 72 %; la tasa de recuperación celular (es decir, el número de células vivas recuperadas dividido por las congeladas) fue del 69 %. La fracción de células cerebrales viables disminuyó del 84 al 75 %, con una recuperación celular del 96 %. Estas tasas de recuperación son más altas que las reportadas previamente para células cerebrales humanas (55-60 % [34]) o de rata (56 %) [36].Fig. 4Viabilidad celular y CG de células recién disociadas versus células descongeladas. Las BTs o el tejido cerebral fueron disociados usando NP y calificados para la viabilidad, la recuperación (a) y para la calidad de la disociación (b), inmediatamente después de la disociación NP o después de la congelación y descongelación (descongelación-DF). La viabilidad celular y el GC se determinaron utilizando azul tripánImagen a tamaño completo