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Si alguna vez te han recetado antibióticos, es posible que sepas que hay una lista de cosas que debes evitar mientras los tomas: el alcohol, el zumo de pomelo, los antiácidos o los suplementos de calcio y algunos otros medicamentos recetados, como los anticoagulantes.

Sin embargo, una cosa que probablemente nunca pensaste dos veces en hacer mientras tomas antibióticos es hacer ejercicio. El ejercicio es bueno para el sistema inmunitario… ¿por qué dejar de hacerlo mientras se recupera de una infección?

Bueno, porque algunos antibióticos pueden causar efectos secundarios que pueden afectar a tu capacidad para hacer ejercicio vigoroso. Tanto si eres una rata de gimnasio habitual, un atleta de fin de semana, un entusiasta ocasional de las clases de spinning o un corredor de maratón en entrenamiento, esto es lo que necesitas saber sobre el ejercicio con antibióticos.

La respuesta corta es que, en general, sí: la mayoría de los antibióticos se pueden tomar con seguridad mientras se realizan tipos normales de ejercicio, siempre que se esté sano y se sienta lo suficientemente bien como para hacer ejercicio. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el cuerpo no funciona de forma óptima cuando se tiene una infección, por lo que hay que tener en cuenta algunas cosas.

Cómo funcionan los antibióticos

Los antibióticos son medicamentos importantes. Muchos antibióticos pueden tratar con éxito infecciones causadas por bacterias (infecciones bacterianas). Los antibióticos pueden prevenir la propagación de enfermedades. Y los antibióticos pueden reducir las complicaciones graves de la enfermedad.

Pero algunos antibióticos que solían ser tratamientos típicos para las infecciones bacterianas ahora no funcionan tan bien. Y algunos medicamentos no funcionan en absoluto contra algunas bacterias. Cuando un antibiótico ya no funciona contra algunas cepas de bacterias, se dice que esas bacterias son resistentes a los antibióticos. La resistencia a los antibióticos es uno de los problemas sanitarios más urgentes del mundo.

El uso excesivo y el mal uso de los antibióticos son factores clave que conducen a la resistencia a los antibióticos. El público en general, los proveedores de atención sanitaria y los hospitales pueden ayudar a garantizar el uso correcto de los medicamentos. Esto puede reducir el crecimiento de la resistencia a los antibióticos.

Las bacterias se resisten a un fármaco cuando cambian de alguna manera. El cambio puede proteger a las bacterias de los efectos del fármaco o limitar el acceso del fármaco a las bacterias. O el cambio puede hacer que las bacterias cambien el fármaco o lo destruyan.

Resistencia a los antibióticos

El uso excesivo de antibióticos es cuando se utilizan cuando no son necesarios. Los antibióticos son uno de los grandes avances de la medicina. Pero su prescripción excesiva ha dado lugar a bacterias resistentes (bacterias más difíciles de tratar).

Algunos gérmenes que antes respondían muy bien a los antibióticos se han vuelto cada vez más resistentes. Esto puede causar infecciones más graves, como las infecciones neumocócicas (neumonía, infecciones de oído, infecciones sinusales y meningitis), infecciones de la piel y tuberculosis.

Los médicos recetan antibióticos por diferentes motivos. A veces los recetan cuando no están seguros de si una enfermedad está causada por una bacteria o por un virus o están esperando los resultados de las pruebas. Así, algunos pacientes pueden esperar que les receten un antibitoico e incluso pedírselo a su médico.

Por ejemplo, la faringitis estreptocócica es una infección bacteriana, pero la mayoría de los dolores de garganta se deben a virus, alergias u otras cosas que los antibióticos no pueden tratar. Pero muchas personas con dolor de garganta acuden al médico esperando -y obteniendo- una receta de antibióticos que no necesitan.

Antibióticos en inglés

La amoxicilina se utiliza para tratar ciertas infecciones causadas por bacterias, como la neumonía, la bronquitis (infección de los conductos de aire que llevan a los pulmones) y las infecciones de los oídos, la nariz, la garganta, las vías urinarias y la piel. También se utiliza en combinación con otros medicamentos para eliminar la H. pylori, una bacteria que provoca úlceras. La amoxicilina pertenece a una clase de medicamentos llamados antibióticos similares a la penicilina. Los antibióticos como la amoxicilina no funcionan para los resfriados, la gripe y otras infecciones víricas. Tomar antibióticos cuando no son necesarios aumenta el riesgo de contraer una infección más adelante que resista el tratamiento antibiótico.¿Cómo se debe utilizar este medicamento?

La amoxicilina se presenta en cápsulas, comprimidos, comprimidos masticables y en suspensión (líquido).