Cómo se hace una resonancia magnética de la próstata

A pesar de las recientes mejoras en la detección y el tratamiento, el cáncer de próstata sigue siendo una de las principales causas de mortalidad relacionada con el cáncer en los hombres del mundo occidental (1). La aplicación de la resonancia magnética (RM) de la próstata puede ayudar en muchos aspectos del manejo del cáncer de próstata, desde la detección inicial hasta la planificación del tratamiento y el seguimiento. La RM permite una evaluación anatómica única de la próstata con una resolución de los tejidos blandos mejor que la de cualquier otra modalidad de imagen (2). Además, las técnicas de RM funcional, como la espectroscopia por resonancia magnética (MRS), la RM ponderada por difusión (DWI) y la RM dinámica con contraste (DCE-MRI), desempeñarán un papel cada vez más importante en la detección temprana y la caracterización del cáncer de próstata, especialmente de los tumores de alto grado (3). En esta revisión se describirán los puntos fuertes y las limitaciones actuales de las técnicas de RM convencional y RM molecular para el tratamiento del cáncer de próstata.

Las técnicas de RM funcional pueden proporcionar información metabólica, mostrar alteraciones celulares y contribuir a la caracterización no invasiva del tejido y la vascularidad del tumor, y están evolucionando para complementar la RM convencional en la detección y estadificación del cáncer de próstata. Esto puede mejorar la detección del cáncer, especialmente en pacientes con biopsias previas negativas (7).

Resonancia magnética multiparamétrica de próstata

Durante la biopsia, el médico suele observar la próstata con una prueba de imagen como la ecografía transrectal (TRUS) o la resonancia magnética, o una “fusión” de ambas (todo ello se comenta más adelante). El médico introduce rápidamente una aguja fina y hueca en la próstata. Esto se hace a través de la pared del recto (biopsia transrectal) o a través de la piel entre el escroto y el ano (biopsia transperineal). Cuando se extrae la aguja, se extrae un pequeño cilindro (núcleo) de tejido prostático. Esto se repite varias veces. Lo más frecuente es que el médico tome unas 12 muestras de núcleo de diferentes partes de la próstata.

Aunque el procedimiento parece doloroso, cada biopsia suele causar sólo unas breves molestias porque se realiza con un instrumento especial de biopsia con resorte. El dispositivo inserta y retira la aguja en una fracción de segundo. La mayoría de los médicos que realizan la biopsia adormecen primero la zona inyectando un anestésico local junto a la próstata. Puede preguntar a su médico si está previsto hacer esto.

Imágenes de cáncer de próstata por resonancia magnética

Actualmente, la vía de diagnóstico para la detección del cáncer de próstata se inicia con el nivel de antígeno prostático específico (PSA) y el examen rectal digital (DRE). El uso del PSA como herramienta de cribado, seguido de la biopsia sistemática guiada por ecografía transrectal (TRUS), ha dado lugar a un aumento de la detección del cáncer de próstata con la migración del estadio hacia la enfermedad de bajo riesgo. Se calcula que en 2014 se diagnosticarán unos 233.000 nuevos cánceres de próstata en los Estados Unidos (1). Esto ha traído consigo el riesgo de sobrediagnóstico y sobretratamiento, ya que muchos de ellos son cánceres de próstata de bajo riesgo clínicamente insignificantes. Por otra parte, los tumores anteriores tienden a pasar desapercibidos por la biopsia con ETR hasta que alcanzan un tamaño considerable y se sitúan a menos de 15-20 mm del margen posterior de la próstata, lo que provoca un retraso en el diagnóstico. La biopsia sistemática con ETR ha demostrado históricamente que subestima el grado final de Gleason del tumor en la histología tras la prostatectomía radical, lo que conduce a una estratificación del riesgo y una selección de opciones terapéuticas inexactas. Por todos estos motivos, el Grupo de Trabajo sobre Atención Sanitaria Preventiva de EE.UU. y el de Canadá han publicado recientemente declaraciones independientes en las que sostienen que los riesgos de las pruebas de PSA superan los beneficios (2).

Resonancia magnética de la próstata frente a la biopsia

La resonancia magnética (RM) utiliza un campo magnético, pulsos de radiofrecuencia y un ordenador para producir imágenes detalladas del cuerpo. Los médicos utilizan la RMN de próstata para evaluar la extensión del cáncer de próstata y determinar si se ha extendido. También pueden utilizarla para ayudar a diagnosticar infecciones, enfermedades de nacimiento o un agrandamiento de la próstata. En algunos exámenes se puede utilizar una bobina endorrectal, un cable fino cubierto con un globo de látex. El médico introduce la bobina a corta distancia en el recto. La RMN de próstata no utiliza radiación. Proporciona imágenes más claras y detalladas que otros métodos de imagen.

Informe a su médico sobre cualquier problema de salud, cirugías recientes o alergias. El campo magnético no es perjudicial. Sin embargo, puede provocar el mal funcionamiento de algunos dispositivos médicos. La mayoría de los implantes ortopédicos no suponen ningún riesgo. Informe siempre al tecnólogo si tiene algún dispositivo o metal en su cuerpo. Las directrices sobre la comida y la bebida antes del examen varían según los centros. Tome sus medicamentos habituales como de costumbre, a menos que su médico le indique lo contrario. Deje las joyas en casa y lleve ropa holgada y cómoda. Es posible que tenga que llevar una bata. Si tiene claustrofobia o ansiedad, pida a su médico un sedante suave antes del examen.