Síntomas de la esclerosis múltiple

La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad inflamatoria desmielinizante del sistema nervioso central (SNC) y una causa frecuente de discapacidad, especialmente en adultos jóvenes. La EM es una enfermedad multifactorial, con factores tanto genéticos como ambientales que contribuyen al desarrollo de la enfermedad. Aunque la causa sigue siendo …

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Tratamiento de la esclerosis múltiple

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¿Qué causa la esclerosis múltiple?

La prevención de la esclerosis múltiple (EM) en su totalidad, más que la prevención de la discapacidad de la EM mediante el diagnóstico precoz y el tratamiento eficaz, requeriría intervenir en las causas modificables de la EM, por lo que es fundamental establecer cuáles son. Sin embargo, afortunadamente ahora se sabe mucho sobre los factores específicos que contribuyen a la variación del riesgo de EM (1).

Está claro que tanto los genes como el entorno son importantes, pero en la actualidad no suele ser posible intervenir para modificar los genes de un individuo con el fin de prevenir la enfermedad, y el cribado genético prenatal como método de prevención conlleva un sinfín de graves problemas éticos. Sin embargo, la comprensión de la arquitectura genética de una enfermedad puede conducir a la identificación de factores ambientales que pueden ser modificables o revelar las vías biológicas sobre las que actúan estos factores. Los fármacos pueden dirigirse a una biología concreta, y los factores ambientales protectores o perjudiciales pueden identificarse epidemiológicamente por sus interacciones genéticas y sus exposiciones modificadas. En el caso de un factor ambiental complejo como la infección por el VEB, la patobiología puede seguir siendo un enigma incluso después de que las pruebas de la causalidad sean sólidas. En este caso, combinar los conocimientos de la genética, la virología y la inmunología y conciliar los factores genéticos y ambientales en un modelo etiológico integrado puede ser un camino muy fructífero para prevenir la enfermedad por completo.

Factores de riesgo de la esclerosis múltiple

Acabar con la EM significa que nadie más escuche las palabras “tienes EM”. Cada vez hay más pruebas de que la EM puede prevenirse. Los dos objetivos principales de la vía END son la prevención de la EM en la población general y la identificación de la EM en sus fases más tempranas (prodrómicas) para retrasar o prevenir la aparición de signos o síntomas, lo que se define como prevención secundaria.

Todavía no se conoce la causa de la EM, pero se ha avanzado en la identificación de los factores que aumentan el riesgo de desarrollarla. Al conocerlos, podemos prevenir la EM antes de que se produzca limitando la exposición a los factores de riesgo de la enfermedad.

Los niveles bajos de vitamina D, la obesidad en la adolescencia, el tabaquismo, la infección por el virus de Epstein-Barr (VEB) y los antecedentes familiares de EM se han relacionado sistemáticamente con un aumento del riesgo de padecerla. Hasta la fecha, se han identificado más de 230 variantes genéticas comunes que contribuyen al riesgo de EM.

El objetivo es identificar a los individuos en los que se han iniciado los procesos biológicos que conducen a la EM, pero que aún no muestran signos y síntomas, incluidas las personas asintomáticas con hallazgos en la resonancia magnética altamente sugestivos de EM. Esto permitiría intervenir durante la fase prodrómica de la EM. Dado que ahora sabemos que pueden producirse daños neurológicos permanentes incluso en las fases más tempranas de la enfermedad, la intervención temprana puede suponer una gran diferencia en la calidad de vida.