Vitamina c para la piel

Hay dos formas principales en las que el cuerpo puede responder a un patógeno: la inmunidad de anticuerpos y la inmunidad celular. La respuesta celular se refiere a la activación de los macrófagos, las células asesinas naturales y los linfocitos T específicos de antígeno que atacan todo lo que se percibe como agente extraño.

Estos glóbulos blancos producen los anticuerpos como parte de la respuesta inmunitaria mediada por anticuerpos. Estos anticuerpos se forman en respuesta a la introducción inicial de un patógeno o antígeno invasor.

Algunos virus y bacterias patógenos crean neuraminidasa, una enzima que impide que queden atrapados en la mucosa, una de las líneas naturales de defensa del organismo. Al inhibir la neuraminidasa, la vitamina C ayuda a optimizar este mecanismo de defensa del organismo.

El GMP circular desempeña un papel destacado en la regulación de diversas respuestas fisiológicas, incluidas las inmunitarias. El GMP circular es importante para la reproducción normal y la diferenciación (especificidad para fines específicos) de las células. El GMP circular también controla la acción de muchas hormonas y parece mediar en la relajación del músculo liso.

Vitamina C inmunitaria con zinc

A raíz de una solicitud de Specialised Nutrition Europe (antes IDACE), presentada para la autorización de una declaración de propiedades saludables con arreglo al artículo 14 del Reglamento (CE) nº 1924/2006 a través de la autoridad competente de Francia, se pidió a la Comisión Técnica de Productos Dietéticos, Nutrición y Alergias (NDA) de la EFSA que emitiera un dictamen sobre el fundamento científico de una declaración de propiedades saludables relativa a la vitamina C y a la «contribución a un sistema inmunitario sano». El Panel considera que la vitamina C está suficientemente caracterizada y que la contribución al funcionamiento normal del sistema inmunitario es un efecto fisiológico beneficioso. El Panel ha evaluado previamente una declaración sobre la vitamina C y su contribución al funcionamiento normal del sistema inmunológico con un resultado favorable. La población objetivo era la población general. El Panel considera que el papel de la vitamina C en el funcionamiento del sistema inmunológico se aplica a todas las edades, incluidos los bebés y los niños pequeños (desde el nacimiento hasta los tres años de edad). El Panel concluye que se ha establecido una relación de causa y efecto entre la ingesta dietética de vitamina C y la contribución al funcionamiento normal del sistema inmunitario. La siguiente redacción refleja las pruebas científicas: «La vitamina C contribuye al funcionamiento normal del sistema inmunitario». La población destinataria son los lactantes y los niños pequeños de hasta tres años de edad.

Alimentos con vitamina c

El sistema inmunitario protege al organismo contra las infecciones y las enfermedades. Es un sistema complejo e integrado de células, tejidos y órganos que tiene funciones especializadas de defensa contra sustancias extrañas y microorganismos patógenos, como bacterias, virus y hongos. El sistema inmunitario también funciona para evitar el desarrollo del cáncer. Para estas acciones, el sistema inmunitario debe reconocer a los invasores extraños, así como a las células anormales y distinguirlas de las propias (1). Sin embargo, el sistema inmunitario es un arma de doble filo, ya que los tejidos del huésped pueden resultar dañados en el proceso de lucha y destrucción de los patógenos invasores. Un componente clave de la respuesta inmunitaria inmediata es la inflamación, que puede causar daños en los tejidos del huésped, aunque el daño no suele ser significativo (2). La inflamación se trata en otro artículo; este artículo se centra en la nutrición y la inmunidad.

Las células del sistema inmunitario se originan en la médula ósea y circulan hacia los tejidos periféricos a través de la sangre y la linfa. Los órganos del sistema inmunitario incluyen el timo, el bazo y los ganglios linfáticos (3). Los linfocitos T se desarrollan en el timo, que está situado en el tórax directamente encima del corazón. El bazo, situado en la parte superior del abdomen, produce anticuerpos y elimina los glóbulos rojos viejos y dañados (4). El sistema inmunitario se divide a grandes rasgos en dos componentes principales: la inmunidad innata y la inmunidad adaptativa. La inmunidad innata implica respuestas inmediatas e inespecíficas a los invasores extraños, mientras que la inmunidad adaptativa requiere más tiempo para desarrollar sus respuestas complejas y específicas (1).

La vitamina c en la prevención y curación de enfermedades una visión general

La vitamina C, o ácido ascórbico, es una vitamina hidrosoluble muy conocida por su función de apoyo al sistema inmunitario. Dado que el organismo no puede producir vitamina C, ésta debe proceder de los alimentos que se consumen a diario.

Las investigaciones demuestran que la vitamina C es esencial para el crecimiento y la reparación de los tejidos de todo el cuerpo. La vitamina C ayuda a curar las heridas y a reparar y mantener sanos los huesos, los dientes, la piel y los cartílagos, un tipo de tejido firme que recubre los huesos. Como antioxidante, la vitamina C combate los radicales libres en el cuerpo, lo que puede ayudar a prevenir o retrasar ciertos tipos de cáncer y enfermedades cardíacas y promover un envejecimiento saludable. La vitamina C procedente de los alimentos también parece reducir el riesgo de pérdida de cartílago en quienes padecen osteoartritis.

Aunque no evita que se resfríe, existen pruebas de que dosis elevadas de vitamina C pueden reducir la duración de los síntomas del resfriado hasta en un día o un día y medio en algunas personas. Sin embargo, otros estudios no arrojaron los mismos resultados, y el riesgo de efectos secundarios es mayor con dosis altas de suplementos de vitamina C, así que consulte a su médico o nutricionista diplomado antes de tomarlos.